En nuestras visitas a Gambia observábamos que muchos niños y niñas carecían de atención sanitaria debido a la falta de recursos económicos de sus familias. El desplazamiento al hospital, los costes de la visita médica y la adquisición de medicamentos es, en muchos casos, un gasto inasumible para la mayoría de las familias.
A partir de ese momento nos pusimos manos a la obra buscando financiación y dedicando esfuerzos para realizar las modificaciones necesarias para acondicionar el local de ALAS y la gestión de todos los trámites legales y la contratación del personal profesional cualificado que requiere el ministerio de salud, para otorgar la licencia de apertura de una clínica infantil. No fue tarea fácil.